Hoy en día todos sabemos que el barranquismo o descenso de barrancos, es un deporte de aventura que consiste en descender por cañones y gargantas que forman los ríos de montaña en su recorrido al abrirse paso por diversas formaciones geológicas.
Aunque con el paso de los siglos algunos ríos han ido perdiendo su caudal de agua, dando paso a barrancos secos o semisecos, es decir, por los que corre agua en épocas de lluvia, siguen siendo frecuentados por los amantes de este deporte.
¿Cómo surge el barranquismo?
Se estima que en España, más de 10.000 personas practican el descenso de barrancos, sin embargo son muy pocas las que conocen los orígenes de está actividad que forma parte de los deportes de montaña.
Por eso, en SAUSÁN Guías de montaña y barrancos de la Sierra de Guara y Pirineos, nos ha parecido interesante contarte brevemente cuáles son los orígenes de este deporte que cada día atrae a más personas que quieren experimentarlo.
Se podría decir que todo comenzó a finales del S. XIX, cuando el jóven explorador francés, Lucien Briet, aficionado a la fotografía y a la espeleología, inició su periplo por Gavarnie, Ordesa y otros valles de la cordillera pirenaica.
El explorador fascinado por las monumentales montañas y glaciares, las grandes paredes de hielo y la abundancia de seracs que se encontraban al otro lado de la vertiente francesa, se dedicó a fotografiar y a explorar los picos, los barrancos y el subsuelo de la cordillera pirenaica.
Los primeros recorridos por los barrancos del Pirineo
Entre 1890 y 1902, Lucien realizó múltiples viajes recorriendo gran parte del Pirineo español. La divulgación de su trabajo atrajó a muchos turistas y exploradores franceses, que enseguida se dejaron seducir por la belleza paisajística y la orografía de esta cordillera.
Los primeros recorridos por barrancos se hicieron de forma ascendente, puesto que no disponían de material técnico para realizar progresiones por cuerdas. Para ello utilizaban materiales muy pesados, como escaleras, pequeñas barcas, con las que intentaban remontar los cañones de agua.
En 1909 un grupo de expedicionarios franceses intenta remontar la garganta más importante del país vasco-francés, la Garganta de Olhadubie – Holzarté, pero solo lograron realizar la mitad de su recorrido. En 1933, 25 años después, los franceses Mailly, Ollivier, Cazalet y Dubosq logran completar el descenso integral del cañón.
A partir de este momento, la exploración de barrancos comienza a abrirse paso lentamente por Francia, el Pirineo y por las sierras prepirenaicas. En 1970 aparecen las primeras guías topográficas, lo cual permite que aumente el interés y la difusión de esta actividad.
Las primeras técnicas que se aplican en el descenso de barrancos
Han pasado muchísimos años desde que se exploraron los primeros barrancos. Desde entonces, el material y las técnicas que se usan para la progresión han ido evolucionando y perfeccionándose de tal manera, que hoy en día se puede practicar este deporte con seguridad y confort.
En los primeros descensos se utilizaron técnicas y materiales provenientes de la espeleología y la escalada. Estos medios ayudaban, pero no llegaban a ser muy efectivos, ya que no estaban preparados para moverse en un medio acuático.
Los franceses que practicaban el descenso de barrancos, se dieron cuenta que si unían las disciplinas de la escalada, la espeleología y las de Canoa-Kayak, podrían perfeccionar las técnicas que necesitaban para la práctica del canyoning.
Esta fusión les permitió encontrar la forma perfecta de unir las técnicas y materiales de la escalada y espeleología con el conocimiento en aguas vivas de la federación de Canoa-kayak.
A comienzos de 1990 La escuela Francesa de Descensos de Barrancos publicó las técnicas que habían desarrollado. Pero no fue hasta 1999 que entregaron el manual actualizado “Manual Technique de Decente de Canyon”, considerado la biblia para el descenso de barrancos.